Estatus y roles. Las personas interactúan de acuerdo con las diferentes
posiciones o estatus que ocupan en la estructura social. Se distinguen
dos tipos:
• Estatus adscritos: cuando es la sociedad quien los otorga, basándose en
aspectos como la edad, el sexo, el parentesco, entre otros. Se ignoran
las cualidades o esfuerzos individuales.
• Estatus adquiridos: se alcanzan por el esfuerzo propio, a través de la
disciplina, perseverancia e ingenio.
ser simultáneos. Así, a un joven de 15 años, su madre puede llamarlo
Toñito; su hermanita, Tony; sus amigos, Antonio, y su profesor,
Rodríguez. Según con quién se relacione, estos nombres señalan
posiciones diferentes: hijo, hermano mayor, amigo, alumno. También,
puede ocupar a lo largo de su vida una serie de estatus. Antonio puede
llegar a ser padre de familia, gerente, músico. Cada estatus conlleva un
rol, que es un conjunto de comportamientos que se espera de la persona
que ocupa un estatus. Este conjunto está formado por tareas, derechos
y deberes.
Élite social. Las élites constituyen el liderazgo de la sociedad. Idealmente, sus integrantes son individuos exitosos en diversas áreas del quehacer humano, además de estar altamente capacitados para dirigir a otros en aquello en lo que destacan.
Corrientemente, su éxito se manifiesta en elevados ingresos económicos y un solvente estilo de vida. Construyen un prestigio ante la sociedad, adquiriendo y adscribiéndoseles estatus y roles que legitiman su autoridad.
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