lunes, 30 de marzo de 2020

La transformación del mundo urbano rural europeo

La transformación del mundo urbano rural europeo:



La Revolución Industrial se inició en Gran Bretaña, luego pasó a Bélgica a principios del siglo XIX.

En la primera mitad del siglo se extendió a Francia, y en la segunda mitad, a Alemania, Japón y Estados Unidos.

Con la Revolución Industrial aparecieron, por un lado, una nueva burguesía adinerada, formada por banqueros, grandes comerciantes e industriales importantes; por otro, una clase media en constante crecimiento, integrada por pequeños y medianos comerciantes y por empleados públicos y privados.

Por último, una masiva clase obrera proveniente de las zonas rurales, que no tuvo más que adaptarse a la nueva situación y sufrieron graves abusos. Debido a estos problemas, se crearon las asociaciones obreras, antecesoras de los sindicatos.

El taylorismo se debe a Frederick W. Taylor (1856-1915), ingeniero y
economista estadounidense, que elaboró un sistema de organización
del trabajo. El taylorismo aplica métodos científicos de orientación
positivista y mecanicista entre el obrero y las nuevas técnicas de
producción industrial, como forma de maximizar la eficacia de la
mano de obra, controlando el tiempo por medio de cronómetros
para desarrollar cada tarea específica. A este método se le llamó
organización científica del trabajo.

Su formación y su capacidad personal le permitieron a Taylor dirigir
un taller de maquinaria, donde observó minuciosamente el trabajo de
los obreros que se encargaban de cortar metales. De esa observación
práctica extrajo la idea de analizar el trabajo, descomponiéndolo en
tareas simples, cronometrarlas y exigir a los trabajadores la realización
de tareas necesarias en el tiempo justo.

Así quedaba atrás la época en que el obrero podía decir cuánto tiempo
dedicaba a producir una pieza, según su propio criterio de calidad.
Ahora, el ritmo de trabajo y el control del tiempo de las tareas del
trabajador estaban sujetas a las necesidades de la competencia en el
mercado.

La organización del trabajo de Taylor transformó a la industria en los
siguientes sentidos:
• Aumentó las destrezas del trabajador por medio del conocimiento
técnico.
• Permitió mayor control del tiempo para realizar el trabajo.
• Dio individualidad técnica.
• Motivó el estudio científico del movimiento y tiempo productivo.

El término fordismo se refiere al modo de producción en cadena y
serie que llevó a la práctica Henry Ford, fabricante de vehículos en
Estados Unidos. Este sistema apareció en el siglo XIX y promovió
la especialización, la transformación del esquema industrial y la
reducción de costos.

El método de producción fordista implica la combinación del taylorismo.
Las características del método fordista incluyen la línea de montaje, la
producción en serie, la estandarización y intercambiabilidad de las
piezas. Otros aspectos de sus ideas fueron la exportación como medio
importante de expansión comercial; el principio de la participación
en los beneficios de todo el personal, y un sistema de ventas a crédito,
que permitía a todos sus trabajadores poseer un automóvil. Una de sus
frases más reconocidas es: El obrero es el mercado.

A diferencia del taylorismo, en que se nos ofrece un modelo de visión
teórica, con una intención de interpretar el ámbito de la organización
según esquemas sacados de las ciencias modernas, el fordismo ofrece
un modelo de observación-práctica, orientado a la acción.

Intelectos como Taylor y Ford han dejado al hombre económico
un legado de ingenios, y por lo tanto, sus espíritus emprendedores
provocaron grandes revoluciones sociales y laborales, incluyendo
innovaciones tecnológicas e industriales que son utilizadas en todo el
mundo.


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